Un mundo nuevo cargado de formas, símbolos y colores es lo que ofrece la pintura para los más pequeños de casa. Quizá el futuro de todos no sea convertirse en Picasso pero hay varias cosas positivas que la pintura como actividad lùdica y formativa fomenta en los niños. Echa un vistazo...
- Mejora la motricidad. Si quieres que tu hijo logre una caligrafìa envidiable, enséñale primero a pintar. Los movimientos que hace su mano al dibujar le permitiràn mejorar su escritura a futuro.
- Estimula la comunicación entre niños y padres. La pintura permite a los pequeños de casa comunicarse en un lenguaje universal, pues aprenden a ponerle color a lo que sienten y formas a las cosas que ven a su alrededor.
- Brinda serenidad. El trazo de un lápiz o un pincel es capaz de calmar la ansiedad de un niño, así como de reforzar su autoestima, pues se descubre capaz de hacer cosas maravillosas con sus manos y sin ayuda.
- Es divertido. La pintura sin restricciones es, en sí misma, un ejercicio divertido. Recuerda que no se trata de la técnica sino del bienestar que produce crear libremente.
Consejo para padres: no basta con dejar que los pequeños pinten libremente en casa o den rienda suelta a su creatividad en las clases de pintura. Es necesario reconocer y felicitar verbalmente cada una de sus pequeñas obras.
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